Sal y Marea

Mi muy estimada, hoy tenemos que hablar. Me he enterado que enfrente de mi y de algunas personas te callas pero que en la intimidad te sueltas a llorar y te confundes entre lo que sientes y lo que dices ¿Qué pasa?¿Tienes miedo? Para ser franco no lo había notado pero alguien me ha hecho ver la manera en que te bloqueas y guardas silencio ¿Por que no hablas? ¿Que te asusta? Sé que he sido rudo contigo y que te he prohibido tantas golosinas, es que yo pensé que te cuidaba. No sabría decirte cuando ocurrió todo esto ni tampoco porque. No te miento, te vi deslizarte como ratoncito varias veces hacia donde nadie te viera y pudieras  respirar un poco, aguantar esa agua con sal de tus ojos y seguir. Pensé, pero veo que no, que esa era tu manera de resistir y ser un poquito más fuerte. Quizá me equivoque y toda esa agua que te guardaste ahora ha inundado tu estructura. Calma, ya veremos como drenar. Sólo quiero saber dónde estas ahora que yo no puedo verte, ahora que te quiero ayudar.

Texto de Maricarmen Gutiérrez